Los padres, primeros formadores desde el hogar

La orientación familiar  representa un gran reto para el profesional que elige trabajar desde esta perspectiva. Ahora las nuevas configuraciones del núcleo familiar exigen criterios muy claros frente a la manera como los padres están llevando a cabo la función de favorecer en sus hijos el ingreso a la cultura, pasando por el proceso de interiorización de las normas y el respeto por las figuras de autoridad. De igual modo, sucede con el desarrollo de los valores, asunto que no se puede delegar a las instituciones que operan como complementos de la formación del hogar.

El quehacer psicológico se enfrenta a una de las demandas más frecuentes que hacen los padres de familia y también los docentes, que en muchas ocasiones se sienten desbordados a la hora de orientar a sus hijos y estudiantes, surgiendo entonces una pregunta:
 ¿Cuáles son las maneras más adecuadas de acompañar el proceso de formación de niños y jóvenes en un mundo tan cambiante?

A modo de anécdota, una vez una madre le preguntó a Freud:¿Por favor dígame usted que es un hombre tan sabio cómo es que debo educar a mis hijos para que sean personas de bien?, Freud frente a esta solicitud lo único que le dijo fue: Señora hágalo como quiera porque de todos modos se va a equivocar.

Cabe anotar entonces a partir de esta historia que no existen recetas mágicas, que cada sujeto es un ser individual y aunque sus problemas parezcan similares a los de otros, la intervención para encontrar posibles salidas, siempre deberá hacerse desde el caso por caso. Sin embargo, sí podemos intentar la implementación de diversas estrategias que pueden favorecer un sano desarrollo emocional en los hijos y educandos. Lo importante será que como padres y maestros estemos siempre atentos y alimentemos nuestro deseo de saber sobre esos niños y jóvenes que reclaman comprensión, autoridad, acompañamiento, afecto y también límites claros para caminar más seguros por la vida.

Si nuestra actitud como adultos significativos, es la de interrogarnos en la cotidianidad por nuestro quehacer, eso representará un gran paso para el verdadero entendimiento.

Sandra María Bernal 
Psicóloga