FAMILIAS

Con frecuencia nos preguntamos como padres:¿Por qué mi hijo no acata las normas y desobedece?

Los invitamos a revisar en el siguiente link lo que nos plantea la disciplina positiva y seguramente desde allí encontraremos algunas respuestas frente a este asunto.

Disciplina positiva

¿Tu familia es un entorno protector para tu hijo? 

Queridos padres de familia se han preguntado si la manera como conviven en el hogar representa para sus hijos un verdadero entorno protector para ellos? o será que si nos evaluamos con sinceridad, encontraríamos que nuestra familia no está cumpliendo con su función de protección, sino que lamentablemente se ha convertido en un factor de riesgo que no les está ayudando a desarrollarse de manera tranquila y por el contrario, experimentan sentimientos de  tristeza, vulneración o desesperanza? 

Revisemos este video elaborado por Antioquia la más educada y saquemos nuestras propias conclusiones. Si descubrimos que podemos mejorar, adelante, nunca es tarde para aprender a vivir mejor.

Evaluemos cómo es el estilo de crianza que utilizamos con nuestros hijos.

Después de ver el video completo, ¿Dónde te ubicas como padre o madre?

¡Sabes de qué se trata la disciplina positiva?

Una buena manera de ayudar a formar a nuestros hijos desde la amabilidad y la firmeza, manteniendo los límites y evitando el maltrato.

La educadora María Soto, nos enseña cómo hacerlo.

Esta infografía también puede ser útil a este propósito. 

¿Cómo estamos ayudando a nuestros hijos a enfrentar los cambios?

Nos hemos preguntado ¿Cómo viven los hijos los cambios positivos y aquellos no tan agradables en sus vidas?. Esta explicación de la escritora Pilar Jericó nos ayudará a comprender mejor nuestra tarea como primeros formadores.

Entre el aislamiento social y la ciberadicción a redes sociales y videojuegos.

Sandra María Bernal

Orientadora

Esta vez es nuestro deseo llegar hasta sus hogares con una reflexión que ha sido motivada por las solicitudes que ustedes mismos nos vienen haciendo y que desde el servicio de orientación escolar, nos vemos motivados a compartir tanto con los padres de familia como con nuestros estudiantes.

Quiero iniciar esta reflexión dejando claro que para todos es bien sabido que con el paso de los meses, este estado de alarma sanitaria decretado por el gobierno nacional, para prevenir la expansión del coronavirus, ha obligado a las personas a aumentar el uso diario de sus dispositivos tecnológicos para darle continuidad a sus quehaceres y por supuesto para seguir estableciendo vínculos con las personas, sin embargo, esta misma situación ha ido generando, algunas dificultades en nuestro comportamiento, que es muy interesante aprender a  identificarlas, porque tal vez nos cuesta percatarnos de ello.

Es el caso por ejemplo de la adicción a las redes sociales y a los videojuegos en niños, adolescentes y adultos. Sin duda, es un asunto que se ha incrementado con el confinamiento, lo que implica serias dificultades, ya que el acceso está al alcance de todos desde sus celulares y computadores.

En nuestro caso particular, los padres han incrementado las consultas preocupados por la posible adicción a los videojuegos y la interacción ilimitada en redes sociales de sus hijos pequeños y adolescentes.

Lo primero que debemos identificar es el por qué acudimos a las redes sociales y a los videojuegos en nuestra cotidianidad y vamos a encontrar diferentes motivaciones, entre ellas:

·        Para relajarnos y saber cómo están los otros, qué han publicado de nuevo o para hacer una pausa activa y sentirnos más tranquilos.

·        Para aliviar el dolor o la ansiedad, distrayéndonos un rato

·        Para hacerle frente al estrés

·        Por invitación de los amigos o familiares

·        Porque no somos capaces de conciliar el sueño

·        Porque algunas personas logran comunicar más fácil sus pensamientos y emociones a través de la virtualidad, porque personalmente no se sienten tan confiados.

·        Entre otras razones

Una vez tengamos nuestra propia respuesta será más fácil comprender las razones que nos están llevando a hacer un uso racional o si por el contrario estamos cayendo en un abuso de estos espacios lúdicos y recreativos y de este modo evaluarnos y buscar ayuda de ser necesario.

La situación que enfrentan los niños y jóvenes de no poder ver a sus amigos, no asistir a la institución, los agobia y en este sentido los videojuegos las redes vienen a   proporcionarles las emociones que ya no les produce tanto estar en casa.

La recomendación es que los hijos y los padres pueden jugar y entretenerse en su tiempo libre, pero es absolutamente necesario establecer límites y horarios para que esta interacción cumpla con el objetivo de una actividad recreativa y no se convierta en un factor de estrés para la familia. No se trata de prohibirle a los hijos el juego, sino de reorientarlos a la práctica de otras actividades de ocio como las artísticas, deportivas, culturales, culinarias, de lectura, de escritura, de meditación, de interacción a través de plataformas con los amigos, entre otras.

De igual manera, es muy importante que recordemos que todos tenemos nuestro niño interior, a pesar de estar mayores y es bueno que nos involucremos en esas actividades con los hijos y disfrutar jugando con ellos.

Muy seguramente cuando los hijos sienten y experimentan esta vinculación afectiva con sus padres, se está previniendo no sólo que busquen refugiarse en las redes y videojuegos, sino que serán más obedientes, tendrán mejor apetito, dormirán mejor y estarán más dispuestos a cumplir las normas, hacer sus tareas y colaborar en casa.

Si nuestros hijos nos perciben muy ansiosos frente al aislamiento, ellos aprenden esas conductas y tienden a repetirlas. De la manera como afrontemos este momento, los hijos saldrán bien librados o no. Existe un gran riesgo, que luego de esta pandemia se presenten muchos casos de ludópatas si no atendemos a tiempo esta situación.

Una señal de que la interacción o el juego ya no es entretenido sino patológico es cuando se pasa del  uso al abuso, lo que indica una falta de autocontrol, no comen tranquilos, no soportan que se les pida un favor porque responden con irritabilidad y agresividad, no son capaces de parar por sí mismos, dejan de hacer sus tareas por jugar, motivo por el cual su rendimiento escolar tiende a disminuir, evitan participar en actividades sociales y familiares, se aíslan, se alteran sus hábitos de sueño y en casos más graves se invierte dinero en dichos juegos. 

Los familiares son los primeros que perciben que algo anda mal porque las personas que están experimentando todos esos síntomas poco reconocen que tienen un serio problema. Más allá de la prohibición, la atención se debe centrar en la prevención. 

El común denominador de las adicciones es esconder problemas de base como una baja autoestima, la búsqueda de una salida, tal vez mágica a los sentimientos y emociones negativas que aparecen en la cotidianidad, que ponen en evidencia la falta de recursos psíquicos para hacerle frente a la adversidad ,o  la falta de tolerancia ante la frustración., que es un asunto que debemos trabajar con los hijos desde muy temprana edad, para que no se sientan tan incómodos con las dificultades, con los cambios que les toca enfrentar , para que asuman los dolores con actitud positiva, para que sepan perder sin desanimarse y para que aprendan  a expresar con asertividad lo que los agobia, sabiendo que siempre hay una red de apoyo que les puede brindar escucha y compañía. 

Finalmente es muy importante aclarar que cuando esta situación se torna más compleja es necesario acudir a los centros de atención especializada para buscar ayuda profesional y así superar estas dificultadas, que si son diagnosticadas a tiempo tienen un mejor pronóstico.

Veamos el siguiente video sobre control parental, otra herramienta para intervenir esta dificultad.

Vídeo

En este espacio encontrarán maneras para hacerle frente a este aislamiento y adquirir nuevos aprendizajes para la vida personal y familiar.

• Iniciemos con este valioso material que nos ofrecen desde Colombia Aprende para que lo leamos con pausa y nos animemos a poner en práctica algunas de estas estrategias, que con toda seguridad nos ayudarán a sentirnos mejor.

Orientaciones a la familia para trabajo en casa 

Para padres y madres

Los niños y adolescentes reaccionan, en parte, a lo que observan en los adultos que los rodean. Cuando los padres y los cuidadores manejan el tema del COVID-19 con calma y seguridad, pueden dar el mejor apoyo a sus hijos. Los padres pueden llevar más tranquilidad a quienes los rodean, especialmente a los niños, si están mejor preparados.

Esté atento a cambios de comportamiento en su hijo

No todos los niños y adolescentes responden al estrés de la misma forma. Estos son algunos cambios de conducta a los que debería estar atento

·         Llanto o irritabilidad excesiva en niños más pequeños

·         Volver a comportamientos que ya habían superado (como no llegar al baño a tiempo o mojar la cama)

·         Preocupación o tristeza excesiva

·         Hábitos de alimentación o sueño poco saludables

·         Irritabilidad y "berrinches" en adolescentes

·         Bajo rendimiento académico o faltar a la escuela 

·         Problemas de atención y concentración

·         Abandono de actividades que antes disfrutaba

·         Dolores de cabeza o dolor corporal sin motivo

·         Consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias

Formas de brindar apoyo a su hijo

 Hable con su hijo pequeño o adolescente acerca del brote de COVID-19.

Responda sus preguntas y ofrézcales información cobre el COVID-19 que sea comprensible para su hijo pequeño o adolescente.

Transmita a su hijo o adolescente la seguridad de que está protegido. Dígale que está bien si se siente disgustado. Cuéntele cómo controla su estrés de modo que pueda aprender a manejar la situación a partir de su ejemplo

Limite la exposición de su familia a la cobertura de noticias sobre el tema, incluidas las redes sociales. Los niños pueden malinterpretar lo que escuchan y pueden asustarse por algo que no entienden.

Intente mantener las rutinas. Si cierran las escuelas, elabore un cronograma para actividades de estudio y para actividades de descanso o entretenimiento.

Sea el modelo a seguir. Tómese descansos, duerma bien, ejercítese y coma bien. Mantenga una conexión con sus amigos y familiares.

Tomado de: https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/daily-life-coping/managing-stress-anxiety.html#parents

Los invito a visitar el apartado de competencias socioemocionales para que desde el hogar trabajemos estas habilidades para la vida tan necesarias ahora y siempre.